Ánimate a colaborar
- Autor/a
- Margarita Marotta
Es una experiencia de
Margarita Marotta
Mi primer proyecto en Honduras fue en Tegucigalpa.
Propuese al instituto hondureño de educación por radio modernizar sus equipos .
Presenté el proyecto a una ong salesiana,
Madreselva y cambió radicalmente la infraestructura .
Se instaló un estudio de grabación moderno que para hacer sostenible el proyecto se utiliza también para otros trabajos además de la grabación de los programas que se difunden por radio a las aldeas. Se cambió la imprenta , se montaron salas para estudio de informática, se compró un vehículo para repartir los libros impresos en las aldeas y muchas cosas más .
El objetivo, por supuesto: la educación, hacer llegarla a más gente, a la que no tiene acceso por las distancias y la falta de escuelas.
Relacionado con este proyecto se sumaron una cantidad de pequeños proyectos que sería largo explicar.
Como vivía
Residía en un pequeño cuarto dentro del antiguo colegio de María Auxiliadora, un edificio muy viejo sin ninguna comodidad, las condiciones mínimas, con un tropel de cucarachas gigantes, sin agua caliente y la comida completamente diferente que la comemos aquí en España.
Debo decir que otro de los proyectos fue construir un apartamento mejor equipado para voluntarios.
La convivenicia en todos los viajes ha sido siempre un enriquecimiento para mi.
Se comparte lo que hay en la mesa, hay una calidez en las personas increíble, una gratitud por lo que aportas y un intercambio de conocimientos desde cómo vivimos de este lado, cómo pensamos, qué cocinamos, etc.
Nunca he tenido en ocho viajes realizados nigún problema .
He sido prudente, he tratado de salir acompañada, no salir de noche, tampoco prometer nada, en los trabajos siempre comenté que era una voluntaria y que los resultados no dependían de mi persona.
Traté de sugerir a las madres solteras el cuidado del embarazo y el concepto de familia, en nuestros encuentros de cada día .
No lo he dejado
Todo lo contrario, ahora estoy jubilada, en marzo cumpliré si Dios qiere 79 años y me voy nuevamente a Honduras con un proyecto precioso que si quieren, como en los cuentos de las mil y una noche, les relataré.
No hay edad, hay voluntad, no hay ataduras, mis hijas y mis nietos me animan y se sienten orgullosos de mi trabajo .
Yo me siento crecida compensada, alegre, activa, energéticamente positiva, con una gratitud a la vida que me regala este enriquecimiento, una óptica diferente, una posibilidad de ayudar que es una obligación no una opción .
Vamos que adelante los que tengan dudas no se autoexcluylan, ánimo.
Les dejo esta reflexion de Elizabhet Kugler, que a mí me sirvió.
Busqué a mi Dios y no me contestó
Busqué a mi alma y no la hallé,
Busqué a mi hermano y encontre a los tres.
Un abrazo
Comentarios de esta experiencia: