Bolivia para los niños en un orfanato de La Paz
- Autor/a
- Ruben Ribes Perez
Es una experiencia de
Ruben Ribes Perez
El Hogar Virgen de Fátima está situado en La Paz. Este orfanato se encuentra gestionado por el Servicio Departamental de Gestión Social y se trata de un hogar transitorio para niños y niñas hasta los 8 años de edad. http://www.boliviaparalosninos.org/es/
La ONG trabaja habitualmente con voluntarios, dada su falta de medios y cada lunes teníamos una reunión con responsables de la organización.
Una mañana: cuando llegaba, los niños ya habían desayunado, así que ayudaba a la mamita a vestirlos y nos quedábamos en la sala de la casita. Teníamos juguetes rotos, pero cualquier cosa sirve para entretenerse. En general los niños están necesitados de cariño y abrazos y sus pasatiempos favoritos eran juegos como excusa para que les cojas y les toques. Algún día nos tocaba salir a los columpios y es casi imposible controlarlos y atenderlos a todos. La mañana termina dándoles de comer y recogiendo la sala, que se utiliza para todo. Están bien cuidados por la administración y la comida se hace en el propio centro.
Una tarde: las tardes se dedican a los talleres con los mayores, una vez que han terminado sus clases lectivas por la mañana. Si no se hicieran, pasarían toda su tarde dentro de las casitas ya que el hogar no dispone de personal ni actividades. Para ello, se utiliza una sala grande. Los recogíamos de las diferentes casitas en grupos, para actividades de unos 45 minutos, que se repetían después con el siguiente grupo.
En general, a los niños les cuesta mantener la atención y tienen dificultades para jugar con otros.
Los extras: Hubo 2 actividades extraordinarias que fueron como una enorme fiesta en el centro y que los niños disfrutaron especialmente:
Una salida desde la mañana hasta después de comer a un parque en las afueras de La Paz: Para ellos fue una fiesta, porque ir en autobús fuera de los límites de lo que conocen, estar en un parque diferente, hacer picnic para comer sobre una manta… todos regresamos agotados, pero seguro que les costará olvidar ese día.
La Fiesta de la Primavera y del Amor: El día que entraba la primavera se decoró el patio con globos y vino una banda a tocar, los niños se disfrazaron, jugaron juntos en el patio y tuvieron comida extraordinaria de golosinas. Ese día fue diferente a la rutina cotidiana, porque se relacionaron de las diferentes casitas, algo que no sucede habitualmente, puesto que hacen vida en el interior.
Los niños aportan mucho mas de lo que les das. Ha sido una buena experiencia sustituir unas vacaciones de ocio por unos días de trabajo, que tenían más de placer que de trabajo aunque acabara agotado y la gente del hogar está muy involucrada y es generosa con ellos.
La vuelta a la vida cotidiana en Europa fue dura, porque este viaje fue un antídoto contra el egoísmo y demuestra que la felicidad no está en lo que se consigue con dinero. Los niños son muy felices con muy poco, nosotros estuvimos muy satisfechos y la vida en La Paz era sencilla. Realmente es difícil encajar de nuevo en nuestra vida cotidiana después de una experiencia como esa. No es que sea posible vivir en Europa como en Bolivia, hay que reconocer que estar aquí supone un ritmo diferente y que las necesidades no son exactamente las mismas, pero también es cierto que, una vez cubiertos unos mínimos, disponemos de demasiadas cosas que nos sobrarían pero que nos atan y, realmente, con todo eso se podría ayudar a otros que ni siquiera llegan a esos mínimos.
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