• Ofrecer un modelo de atención personalizada basado en un estilo de vida familiar. Vida en hogares pequeños para fomentar las relaciones interpersonales en un ambiente próximo y acogedor. • Potenciar y valorar los derechos de la persona con discapacidad intelectual: derecho al trabajo, a un hogar, a una educación y a una vida rica en relaciones en el seno de una familia, de una comunidad, de la sociedad. • Favorecer que la persona pueda desarrollar sus propias capacidades y establecer lazos con su entorno. Fomentar su autonomía para la vida diaria y su autodeterminación. • Cuidar de que la persona sea reconocida, y aceptada a través de relaciones afectuosas y verdaderas • Fomentar la igualdad de oportunidades en relación al trabajo, la inserción y la participación comunitaria y social. • Fomentar, en los hogares y en el taller, relaciones de confianza entre las personas atendidas,y los asistentes (profesionales y voluntarios) • Fomentar el voluntariado con el fin de potenciar los valores de solidaridad, generosidad y ayuda mútua.