Estamos fabricando barbijos o mascarillas mediante tecnología 3D que pueden ser desmontados para higienizados y luego ser reutilizados por su resitencia de larga duración.
A raíz del brote de COVID-19, conocido como coronavirus, Argentina ha declarado la emergencia y puesto en aislamiento preventivo y obligatorio a toda la población. Uno de los principales desafíos del país es alcanzar, con escasos insumos y establecimientos de salud muchas veces de instalaciones antiguas y durante algunos años mal gestionadas, a cubrir los requerimientos en salud pública que podrían desencadenarse durante los próximos meses.
Desde Fundación Agreste, una entidad fundada en Argentina y con sede en España, estamos colabarando con establecimientos de salud en diferentes puntos de Argentina, como lo hemos hecho en otras oportunidades, esta vez a través de la donación de insumos.
Entre los insmos que más rápidamente se agotan están los barbijos o mascarillas descartables. Por un lado, ante la declaración de pandemia, muchas personas particulares salieron a comprar mascarillas quirúrgicas y estas son limitadas; por otro lado, ante las más recientes recomendaciones de la OMS, las existencias de mascarillas se agostan rápidamente tanto para el personal médico como para el personal de otros servicios.
En el Día Mundial de la Salud (7 de Marzo) hemos lanzado la campaña de recaudación de fondos para elaborar barbijos o mascarillas reutilizables, que también tienen un menor impacto en el medio ambiente y forman parte de la acción climática para reducir el desperdicio de diversos elementos de gran calidad.
Estas mascarillas tienen dos partes, desmontables, que llevan en medio un pequeño trozo de paño para evitar el paso de las nanopartículas del virus.
Las entregas de estas mascarillas y otros insumos se realizarán tanto en establecimientos de salud de pequeñas localidades en el interior de la Argentina, como a las fuerzas vivas (policía, transporte, etc.).
