Descubrir nuestra capacidad de dar
- Autor/a
- margarita marotta
Es una experiencia de
margarita marotta
Regreso de Honduras, país que escogí hace años para trabajar como voluntaria.
Estuve 10 meses en Santa Rosa de Copan. Es una ciudad pequeña. Parte de mi trabajo lo desarrollé en el penal. Comencé con la alfabetización yendo tres veces a la semana.
De esta actividad fue generándose otra, tratar de ayudar a los reclusos en sus actividades artesanales. Tratar de vender sus productos fuera del penal, organizar grupos para que en la compra de sus productos, al hacerlo en forma colectiva consiguieran mejores precios, conseguir que les ampliaran su formación. Se organizó un grupo que aprendió a tallar maderas. Llevarlos en alguna oportunidad al médico, etc.
Es un colectivo que tiene poco apoyo, no se los tiene mayormente en cuenta.
Surgen a partir de sus necesidades, que son muchas, una cantidad de tareas. El preso generalmente va quedando solo, la familia, si la hubo, se desintegra, la pobreza es extrema.
Es un campo de trabajo con enormes compensaciones para el que las realiza.
Debo agregar que mi inquietud surgió a partir de LAS HERMANAS FRANCISCANAS DE LA INMACULADA, congregación española, que hace años montaron una carpintería y que son apoyo y ayuda para la alfabetización y sostén para muchos de los reclusos.
Una
experiencia inolvidable que espero repetir este año, en el que ya
cumplí 80 años de vida.
Honduras, además de ser uno de los países más pobres del globo, es maravillosa. La naturaleza es increíble y su gente la mar de cálida y acogedora.
Más allá del Penal hay infinitos trabajos solidarios que se pueden realizar. Ojalá alguien intente probar.
Un abrazo a los lectores, estoy dispuesta a contestar a quienes se vean interesados. Mi correo margamarotta@hotmail.com
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