Gracias a Initiative Association por cambiar mi vida
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Es una experiencia de
El voluntariado ha cambiado mi vida... Puede sonar drástico, pero es así, después de esos días no soy la misma persona, he crecido mucho, y necesito devolver parte de lo que me han dado...
Fui al voluntariado con Initiative Association (www.initiativeassociation.com), a un lugar llamado Midelt, en Marruecos. Me costó decidir si ir o no, si realmente podría dar lo suficiente....y bueno...por qué no decirlo...tenía miedo de sentirme sola, porque yo no fui con nadie. Con la ayuda de Abdou, la primera toma de contacto con la asociación, me decidí (persona increíble).
Un día allí me sirvió para saber que había tomado la decisión correcta. En el viaje conocí a más personas que iban como yo y otras que aún yendo en grupo estaban deseando abrirse a los demás. Creo que el voluntariado saca lo mejor de nosotros mismos.
El primer día dormimos en Marrakech, todo era abrumador, deseábamos conocernos todos lo más rápido posible,y llegar a Midelt nuestro hogar durante tres semanas.
Llegamos todos con la misma cara que un niño cuando ve por primera vez el mar...no queríamos perder detalle de todo lo que nos rodeaba, los niños se acercaban a nosotros, los encargados nos contaban cosas, nos instalábamos en las habitaciones y pensábamos sonrientes que comenzaba nuestra aventura y daríamos todo por ayudar a la gente que allí estaba.
En Midelt ayudamos a la asociación Amal, en tres tareas diferentes, enseñanza de idiomas, juegos y pintar el centro. Cada uno elegíamos uno, aunque en mayor o menor medida todos dimos algún brochazo (no hace falta ser un gran pintor para pintar alegría).
No voy a entretenerme en explicar los horarios, puesto que una vez que estéis allí, os aseguro no os van a importar. Pero no todo es trabajo, hay excursiones (me enamoré del desierto), tiempo para disfrutar de la gente, conocer a los demás, pasear,...
Sólo puedo decios que las personas que allí estaban eran maravillosas, los encargados de la asociación Initiative Association (www.initiativeassociation.com) que hacen lo posible para que te encuentre bien, agusto, te ayudan a hablar con los niños, aunque el idioma no limita tanto como podáis pensar, y de corazón os digo que son vuestra familia durante ese tiempo), los demás voluntarios (los que compartieron el primer turno de verano de 2014 eran geniales, mis gallegas lindas a las cuales había que querer si o si, uno no podría resistirse, mis compis de habitación que han sido como hermanas en todo momento, los jovencitos que han demostrado un cariño increíble a esos niños y un corazón grandote y las otras maduritas, poniéndole el punto de humor desde Burgos, para mi...sin todos ellos...esto no habría sido lo mismo).
Y por último la gente de Midelt, familias que te invitan a comer su comida, incluso teniendo graves problemas económicos, niños que te besan y abrazan y te dan mucho más de lo que tú les diste a ellos,saludos y sonrisas por las calles, miradas de cariño, sonrisas por donde mires...
He aprendido que no necesito tanto como pensaba, que con menos se puede ser feliz, que debería siempre intentar hacer feliz a la gente, aunque no la conozca...porque también tienen sentimientos, que lo mío es mío es mentira, las cosas son de quién las necesite,que es de bien nacido ser agradecido, que una sonrisa vale más que todo el oro del mundo, que no puedo llorar por tonterías porque otros me han enseñado qué es lo importante de verdad y que fui a dar y recibí 50 veces más.
Yo gané experiencias inolvidables, amigas para siempre, personas que ya no podrán salir de mi corazón... Y espero haber dado aunque sea una décima parte de lo que recibí. Aún hoy sigo recibiendo cosas por esta experiencia.
Aconsejo a todo el que vaya que respete la cultura que allí tienen, puesto que el respeto mutuo es el primer paso hacia el cariño, que abran los ojos y el corazón y preparen sus manos para dar...lo demás...vendrá solo.
La despedida siempre es dura..pero ¿sabéis qué? Sólo es un hasta pronto.
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