Liderazgo e igualdad de género en el Tercer Sector
25/09/2020
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El liderazgo femenino de las ONG podría verse como un referente para otros sectores en cuestión de paridad, no obstante, aunque la brecha de género en las ONGs sea menor que en el terreno empresarial, aún existen grandes barreras por derribar.
Dado el carácter social y ético que acompaña a la filosofía propia del Tercer Sector, una de las máximas comunes que tratan de promover la mayoría de las entidades pertenecientes a este ámbito, es la del desarrollo sin exclusión ni discriminación. Esto incluye la asimilación de una serie de valores que fomenten una sociedad más justa para todxs, y las correspondientes acciones que -en la vida real- acompañen ese pensamiento a la práctica.
En este sentido, el compromiso con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, se consolida como un requisito presente en gran parte de las acciones que estas organizaciones llevan a cabo. Sin embargo, esto no siempre se traduce por igual en una cultura organizativa equitativa dentro de las propias ONGs, Fundaciones y otras entidades de ánimo no lucrativo. Atendiendo a esto, resulta necesario entender el enfoque de género desde el Tercer Sector no sólo como un conjunto de ideas y herramientas aplicables a los proyectos e iniciativas de desarrollo, si no como parte de la solución a una discriminación estructural que abarca todos los ámbitos de la sociedad, incluido este.
Dicho esto, y a pesar de que la representación de la mujer en los principales puestos de responsabilidad de las ONGs no llega a ser proporcional a su participación, ya que 2 de cada 3 personas que trabajan en el Tercer Sector son mujeres -según datos de la Plataforma de ONG Acción Social-, las cifras de liderazgo femenino han mejorado con respecto a los años anteriores.
Asi bien, el informe del Tercer Sector de Acción Social en España 2019 muestra que:
La presencia de mujeres en los equipos directivos de estas entidades es mayoritaria (el 54,4%) .En las asociaciones de primer nivel, los órganos de gobierno los componen en su mayoría mujeres, suponiendo el 59,8% en las asambleas y el 59,5% en las juntas directivas. Lo mismo ocurre en las entidades de segundo y tercer nivel, donde el 52,6% en las juntas directivas y el 60,7% en los comités permanentes son mujeres. (Antes de 2018 los hombres tenían mayoría en ambos casos.) Por contra, este mismo informe, revela que los patronatos continúan compuestos mayoritariamente por hombres (el 60,6%) y, un dato aún más relevante (y alarmante) es que la amplia mayoría de personas que componen los órganos de gobierno de las entidades del TSAS no perciben ningún tipo de remuneración por dicho trabajo. En 2018 sólo estaban remunerados el 5,3% de los miembros de órganos de gobierno en entidades de nivel 1.presentación del Estudio “las mujeres hemos ganado en representación, pero tenemos menor remuneración; no solo consiste en estar, sino en estar en igualdad con los hombres, con remuneraciones adecuadas, estabilidad laboral y trabajo digno".
Entre las propuestas para terminar con el llamado “techo de cristal”, encontramos la Ley 43/2015 del Tercer Sector de Acción Social que establece una serie de principios rectores de actuación para las entidades donde destaca el promover la equidad de género, con especial atención al principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y el III Plan Estratégico del Tercer Sector de Acción Social (2017 a 2021) que incluye la implantación de la perspectiva de género a través de planes de igualdad en las organizaciones, medidas concretas de acción positiva y compartir aquellas acciones llevadas a cabo por las organizaciones de mujeres que puedan servir de inspiración para el conjunto del sector.
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Patricia Martínez Aparicio , equipo de Hacesfalta
Hacesfalta.org Fundación Hazloposible
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