Experiencias de Voluntariado


Prisión: La vida sin libertad

Autor/a
Sin especificar
País
España

Es una experiencia de Sin especificar

Entre rejas
Lo primero decir que prefiero no dar el nombre de la organización ni mi nombre, no por nada en especial, pero si en algún momento digo algo que no guste a Instituciones Penitenciarias o a las personas que trabajan para ellos, pues no me gustaría que mañana me pusieran problemas dentro de la cárcel. Hola a todos! Me llamo Javichu y soy voluntario de una cárcel de Galicia. Desde el año 2000 tengo la suerte de trabajar con presos dentro de la cárcel y en sus permisos y terceros grados en un piso de acogida. Sin lugar a dudas la mejor experiencia con la que me he encontrado en toda mi vida, y sobre todo me vale para darme cuenta que la cárcel y las personas presas no son como yo las creía. La verdad es que siempre me acordare de la primera vez que fui a prisión, sinceramente, iba “cagao”, no sabia que me iba a encontrar, de primeras me encontré con puertas, controles, detección de metales y un largo etc. que me retraso en 20 minutos mi entrada a la cárcel (mas tarde me di cuenta que ese iba a ser el pan nuestro de cada día). Y por fin, me encontré dentro de un gran patio desde donde se observaban la mayoría de los módulos pero nada más (esa fue mi segunda sorpresa, los presos no podían estar por el patio, solo podían estar dentro de sus módulos). Después de hablar con el funcionario de turno y darle la lista con los presos, este se hizo de rogar y como quien no quiere la cosa y despectivamente empezó a hablar con otros funcionarios para que dejaran salir del modulo al grupito de 40 presos con los que íbamos a estar ese día. Bueno, la verdad es que a todo esto en el momento que llegaron los presos ya hacia una hora- hora y media que había llegado a prisión. Bueno hasta aquí es lo que vivo día tras día cada vez que voy a la cárcel. Aquel primer día la verdad es que fue un poco distinto al resto, puesto que por el nerviosismo y el no saber de que iba todo aquel rollo pues me pase todo el día a la defensiva y sin perder de vista nada(por lo que me pudiera pasar). Hoy en día tengo grandes amigos dentro de prisión con los que me río de ese primer día. Nuestro trabajo dentro de prisión lo realizamos con una serie de talleres, charlas, coloquios, en definitiva, con todo lo que podemos para intentar hacer que al menos durante esas horas se olviden de que están encerrados y sobre todo, que con nosotros puedan hablar de cualquier cosa, sean libres para decir lo que piensan, pues no olvidemos que dentro de la cárcel lo único que puedes hacer es callar y obedecer porque los partes te los ponen hasta por preguntar (y de ahí para arriba lo que pueda pasar, pues todos nos lo podemos imaginar, digamos que a veces pasan cosas muy raras o alguien aparece con la cara marcada pero no puede decir lo que paso). Esto podría ser lo que hacemos en general, después con cada preso individualmente pues según las necesidades del mismo, ya sea jurídicas (arreglarle permisos, libertad, 3º grado, asesorarlo, etc.), o las necesidades que vallan teniendo allí (ropa, familia, denuncias allí dentro,etc.). La verdad es que lo que hacemos es poco, porque un grupito de 10 personas frente a las casi mil que hay allí dentro pues os podéis imaginar, además, digamos que dentro de prisión nos encontramos con un problema de problemas, es decir, a la situación de estar presos hay que sumarle la droga, gitanos, inmigrantes, etc, por lo tanto, podemos decir que seguimos un poco esa utopía a la que nunca se va a llegar. Cualquiera se puede imaginar una cosa, a partir de hoy te tapian las ventanas de tu dormitorio y te encierran allí dentro durante x años, solo pudiendo salir al comedor para comer y a un patio de reducidas dimensiones donde solo ves muros que son cinco veces tu tamaño, a esto súmale que vas a tener que convivir con unas personas que no conoces de nada( y porque negarlo, que no son lo mejorcito precisamente), que no puedes pedir nada ni decir nada, porque entonces te prohibirán salir al patio o te pueden llegar a pegar una paliza si al funcionario le da por ahí (lo ultimo pasa pocas veces pero pasan mas de las que pensamos), y a continuación hazte una pregunta ¿lo aguantaría?. Pues lo que te imagines multiplícalo por diez. Bueno luego hay una segunda parte y es un piso de acogida, para los presos que no tienen a donde ir cuando salen en los permisos de 2º grado, 3º grado o condicional, que quizás sea lo más bonito. La felicidad que se respira en una persona que tiene 3 o 4 días de libertad después de años no es comparable con nada. En este piso lo que intentamos es que se respire un ambiente de hogar como en cualquier otro, haciendo ellos todo (comidas, limpieza, etc), digamos que nuestra función es un poco enseñarles a cocinar, a limpiar, a llevar su propia casa y sobre todo a acompañarlos durante esos días. Y después según los gustos o aficiones de cada uno ir con ellos a donde nos pidan. Es un poco según el preso, algunos enganchados pues le intentamos hacer la desintoxicación para que ingresen en un centro y le buscamos salidas, otros conocen o tienen amigos en la ciudad y entonces ya se planifican ellos solos los permisos. En definitiva, que tampoco hay una regla general para el piso porque cada uno tiene una serie de necesidades y así funcionamos. Tienen unos horarios que por regla general si que los deben cumplir y a partir de ahí lo que pidan o lo que nosotros evaluemos. Y este es un poco nuestro piso, que con algunas malas cosas pero sobre todo con buenas intentamos llevar y hoy en día ya estamos buscando otro porque con uno solo no nos esta llegando a nada. Bueno pues saludos a todos, y deciros que si alguna vez tenéis la oportunidad de visitar una cárcel o meteros en un voluntariado de prisiones no lo desaprovechéis porque sinceramente os quitareis muchos tabúes y sobre todo porque OS NECESITAN.

Comentarios de esta experiencia:

 
 

OPORTUNIDADES

PUBLICIDAD

Con el apoyo de: 

 

Visita hacesfalta.org empleo