LA MIRADA QUE NO MIRA

Autor/a: ENRIQUE RICHARD RODRIGUEZ
País: España
Provincia: Barcelona

Es una experiencia de ENRIQUE RICHARD RODRIGUEZ

Puri y yo hemos dejado de ir por la plaza. Está vacía.
Hace algunos meses se reunían hasta 5, 6 y 8 personas que vivían la calle.
Ahora la plaza está vacía.
Poco a poco todos han ido aceptando pasar por Arrels.
Ahora, unos están en pisos, otros en pensión, alguno murió…
El último en irse fue Raul: Le ayudamos a marchar a su país.
Antes, sólo unos días antes, marchó Gerardo: Está en pensión.
Si vuelve a la plaza -él lo hace con frecuencia- se encontrará sin nadie.
Hoy le he visto en Riereta. Y me he fijado en su mirada.

- ¡¿Qué tiene mi mirada, Enrique?!

- ¡Que no mira, Gerardo!, ¡que no mira!

El último día que le vi en la plaza, borracho, me habló de su soledad.
Hoy, sobrio, en pensión, comiendo en Navas y sin tener que rebuscar bocadillos para cenar, que ya también -hoy me lo ha dicho- lo tiene resuelto en la Llar Pere Barnés, su mirada me habla de la misma tristeza, de la misma soledad…
¡Y ves tantas miradas que no miran!…

La plaza seguirá vacía, pero yo no puedo sino preguntarme: ¿cuál, cómo, dónde está el éxito?, ¿en la plaza vacía?…
El éxito sólo empieza cuando son capaces de cambiar la mirada…
Y eso no depende, muchas veces, de lo que nosotros les demos, sino de lo que ellos encuentren…

http://enriquerichard.es/cosas-que-pensamos-2/

Comentarios de esta experiencia:

Tana (Sebastiana) Espín Valera -12/07/2012
Buenos días Enrique. He quedado muy impresionada cómo en un relato muy corto has plasmado, con enorme belleza, una dura realidad. Pero más impactada me he quedado cuenco me he metido en vuestra página. Después de ojearla me ha venido a la mente los enormes edificios alineados, todos iguales, hermosos, imponentes pero... vacíos que veo cada vez que salgo a dar un paseo. Algunos tienen oficinas, en sus bajos, amuebladas cuyos tapices de sus sillones están comidos por sol que entra a través de sus paredes acristaladas.

Vivo en una pedanía de Murcia llamada El Palmar y he asistido a desahucios de familias enteras que su único delito ha sido no poder terminar de pagar el piso (a muchas les quedaba poco dinero que entregar al banco) porque se han tenido que apuntar a la oficina del paro.

Cuando veo esos cientos de pisos nuevos, vacíos... y a esas familias, con bebés incluidos, fuera de SUS CASAS, mi mente se confunde y mi sentido común deja de funcionar. ¿Por qué? ¿Por qué familias están en la calle dejando sus casas a un banco? ¿Por qué esos pisos están vacíos y no viven en ellos personas desahuciadas, personas sin recursos económicos, jóvenes que no pueden independizarse de sus padres ni formar una familia por falta de vivienda? ¿Es mejor que se deterioren por estar vacíos? ¿Por qué no se hace YA algo en este país? No entiendo nada… de verdad.
Tana