Experiencias de Voluntariado


En Rumania se mueren los sueños

Autor/a
Sin especificar
País
Rumania

Es una experiencia de Sin especificar

La experiencia del voluntariado es un aspecto que marca de por vida. Hace dos años he participado en una acción de voluntariado para los huérfanos de una pequeña ciudad al sur de Rumania. No se lo que he sentido primero…rabia, dolor, cariño, lastima, odio, impotencia. Levantar los brazos e invocar al cielo no servía de nada. ¡Olvidados!. Eran niños frágiles olvidados en los brazos del destino, olvidados entre paredes blancas y tercas, olvidados por el mundo. ¡Condenados!. Eran niños condenados a no sentir nunca cariño, ni caricias, a no ver miradas dulces, a no recibir ningún abrazo. ¿Sentir odio?. Si, para madres irresponsables. ¿Lastima? … para madres con ilusiones que tienen que ser abandonadas gracias a un sistema político y económico que nunca les ayudará. ¿Les habéis mirado alguna vez?, cuando se les unen las pequeñas manos o se les ponen sobre los hombros, cierran los ojos, con lagrimas ya secas, la boca se contrata en una sonrisa dolorosa y empiezan a balancearse lentamente de un lado para otro tratando de refugiarse en sueño. Un sueño vacío o tal vez con mundos ilusorios, completos, con mundos que tiene otro color que el blanco antiguo y sucio de la pared de una institución abandonada hasta por el estado, mundos que tienen calor y gente, talvez un perro marrón que les despierta tirando la colcha por la mañana o una muñeca para abrazar en un momento de euforia infantil. Sentí mucha impotencia y sentí dolor cuando a la hora de quitar el huerfanazo se agarraban a mis piernas llorando y suplicándome con una inocencia dolida y con un ultimo suspiro de esperanza…”mama, por favor no te vayas”. ¿Quien era yo?. Una desconocida que venia a jugar, a leerles cuentos, a abrazarles mientras me aguantaba las lágrimas, a darles una medicina que les bajaba un poquito el dolor de una tripita mal alimentada. Me hubiera gustado ser un Dios de los pobres y encontrar una familia para cada uno y devolver sonrisas. No puedes hacer realmente nada porque estos niños se quedaran esperando siempre una familia rumana que este un poquito en condiciones y preparada emocionalmente para acogerles o alguna familia extranjera que será aceptada por la ley para hacer una adopción. La finalidad de ellos es incierta…un error del sistema, de la naturaleza, victimas que no deben existir o Ángeles caídos y sin alas para levantarse. Al final no te queda más que rezar para un mundo mejor y ponerte alma de roca para poder hacer el mínimo que estas haciendo. ¿Hasta cuando? No se y no puedo responderte…

Comentarios de esta experiencia:

 
 

OPORTUNIDADES

PUBLICIDAD

Con el apoyo de: 

 

Visita hacesfalta.org empleo