Cooperacion en Tailandia
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El 24 de mayo de 2008 mi mujer y yo nos fuimos a Tailandia a intentar desarrollar un proyecto increíble y algo secreto para mí.
Una semana antes el presidente de mi ongd
ESPERANZA SIN FRONTERAS y otros voluntarios se marcharon de turismo con la idea de encontrarnos el día 25 en Bangkok para cenar.
El lunes 26 tuvimos una reunión con un diplomático español con la idea de entrar en Birmania ya que acababan de sufrir un tifón que había arrasado una parte del país.
Era un viaje bastante arriesgado ya que podíamos poner en riesgo nuestras vidas. El gobierno de ese país no dejaba entrar ayuda humanitaria pero nosotros queríamos montar un campamento de refugiados.
Birmania es uno de los países más corruptos del mundo.
La verdad estábamos dispuestos a casi todo. Teníamos medios, colaboradores, guías, materiales y fondos pero nos faltaba lo más importante. No teníamos ninguna seguridad por nuestras vidas y conocíamos muy bien como estaba la situación en la frontera de Birmania.
Era una expedición muy arriesgada y no nos daban ninguna protección solo la que pudiésemos aportar cada uno de los voluntarios.
Aunque Tailandia es un pais donde la religión budista es mayoritaria y creen en la reencarnación nosotros temíamos por nuestras vidas.
Visto lo visto cambiamos de plan y aprovechando que tenemos sede en Tailandia nos desplazamos al norte del pais a uno de los 2 orfanatos que tenemos en Tailandia.
El centro se llama SUPHAWADI CENTER. Este es el mas pequeño de los 2 centros y en el tenemos unos 60 niños y niñas acogidos entre tailandeses y birmanos. En el grande tenemos unos 300 niños y el centro se llama EL PILAR.
Estos niños están acogidos por nosotros a raíz del tsunami.
Les damos alimentación, estudios y alojamiento ya que hemos terminado recientemente los dormitorios de SUPHAWADI CENTER. Una empresa de Sagunto (Valencia) ORTOPEDIA ARCO hizo una donación para pagar las literas, armarios y colchones. Estos niños ya duermen en camas dignas.
También con ese dinero se repartieron 32 kits de alimentos a los vecinos que vivían por los alrededores en la selva.
Además la organización acababa de operar a una niña que a raíz del tsunami le dio un paralisis y le quedaron las extremidades afectadas. Con dinero de la empresa le compramos un andador para la niña, jabón especial para las heridas, gasas. Les explique como curarla y que masajes hacerle para que la operación hubiera servido para algo.
Entre los voluntarios compramos una vaca y la matamos para repartir la carne entre los vecinos.
Cada noche volvíamos a unas cabañas donde dormíamos cerca de una laguna. Comíamos donde podíamos y de lo que nos ponían, arroz, serpiente frita, cocodrilo asado, verduras y todo picante.
Al paso de una semana por la zona y ayudando en la construcción del próximo edificio para uso del centro volvimos a Bangkok donde nos despedimos del resto de voluntarios que volvían a España.
Mi mujer y yo nos fuimos a la isla de Puket a pasar los últimos 2 días con un poco de relax ya que la última semana había sido dura de trabajo sin cesar.
En fin un viaje un poco a la aventura ya que solo teníamos reservado el vuelo. La estancia estaba por descubrir ya que nuestro primer plan A nos desplazaba a Birmania y optamos por el plan B que aun que menos arriesgado tampoco fue fácil.
La experiencia como siempre increíble, gratificante y recomendable como viaje solidario. El dia a dia con niños y personas mayores con los que me gusta mezclarme ha sido fantástico.
Fue un viaje de sorpresas hasta el último día sobre todo para mi mujer que no sabia nada hasta el tercer día de estar en Tailandia. Me costo lo mío explicárselo pero como paso todos los días con niños se olvido de todo y le gusto ayudar en la cocina, repartir comida a todos los niños.
Aun hoy dice que si se lo hubiese dicho antes me hubiese matado pero volvió encantada ya que se siente llena y hacia tiempo que quería hacer un viaje solidario conmigo.
En fin este es mi relato un poco aventura, un poco loco, un poco rápido, pero precioso, entrañable, cariñoso y con ganas de mas.
Como me he quedado con ganas el presidente me ha pedido que el año que viene me desplace a Perú para supervisar el próximo orfanato que vamos a empezar en la zona de Cuzco para sacar unos niños que trabajan en canteras haciendo ladrillos y escolarizarlos ya que a raíz del trabajo no pueden ir a la escuela, ya os contare ya que será mi próximo relato y mis próximas vacaciones.
Un último detalle sin importancia.
Mi mujer y yo nos casamos el 23 de mayo de 2008.
ALEX
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