Educación de adultos en zona indígena de México

Autor/a

Luis Brenlla González

País

España

Provincia

Madrid

Es una experiencia de Luis Brenlla González

En septiembre del año pasado fui a colaborar con una ong mexicana, bueno en realidad es un proyecto q lleva a cabo la Universidad del Valle de México para que los estudiantes realicen su servicio social en las zonas indígenas más pobres del país. Estuve en el Estado de Guerrero, al suroeste del país. A pesar de que la pobreza golpea muy fuerte en la conciencia de uno cuando comparas todo con la vida que llevamos en el norte, te das cuenta que mucha de la pobreza es debida a la falta de educación, como en normas básicas de higiene, falta de letrinas en algunos poblados, dejar a los animales andar sueltos… Mi labor fundamental fue la alfabetización de adultos, algo que nunca había hecho hasta entonces (sí había trabajado con niños, gente en riesgo de exclusión, había estado en Perú con otra ong…) pero esta experiencia fue algo muy especial, es como abrir una ventana al mundo a la gente, y aunque algunos te decían que les enseñara a firmar y ya, que eso no era para ellos, animándoles un poco y ayudándoles a guiar el boli conseguía que no lo dejaran. Si la gente mayor era muy abierta y te daban lo que no tenían, los niños aún lo eran más. Siempre me estaban buscando para que les enseñara nuevos juegos –jugaban al fútbol a diario pero no sabían muchos más- y apenas tenían juguetes, hicimos barcos y coches con botellas de coca cola que por desgracia era lo que más abundaba por allá (más barata que la leche e incluso el agua) A pesar de las condiciones en las que vivían, nunca perdían la sonrisa y siempre te agradecían el que jugaras con ellos. Es triste que el chocolate sea más caro que aquí cuando allí es donde se produce (pero se exporta a Europa y EEUU en grano y allí es donde se elabora y luego se lo vendemos de nuevo al precio fijado por las grandes multinacionales). La alimentación está basada sobre todo en el maíz, y un proyecto que queremos llevar a cabo es experimentar con semillas de tomates, calabacín, judías… que puedan garantizarles una dieta diversificada y que asegure su soberanía alimentaria. Además si aquí la agricultura ecológica es el futuro, por calidad de los alimentos y por dejar de contaminar la tierra, allí lo debería ser mucho más, al carecer de medios para los fertilizantes y pesticidas químicos. Ahora estoy aprendiendo técnicas de agricultura ecológica para aplicar cuando vuelva, en sept-octubre. Sería bueno también que algún ingeniero agrícola pudiera ir un tiempo como voluntario. El proyecto está abierto a todos los que quieran ir a echar una mano de cualquier parte del mundo. Si alguien quiere más información mi correo es lbrenlla@yahoo.es

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