Experiencias de Voluntariado


Voluntariado en India

Autor/a
BELEN MARTINEZ CAPARROS
País
India

Es una experiencia de BELEN MARTINEZ CAPARROS

El año pasado tomé la decisión de dejar mi trabajo y mi ciudad natal para embarcarme en la aventura de un voluntariado en India. Me trasladé a la bonita ciudad de Udaipur, en el Rajasthan, y allí estuve colaborando con una ONG india llamada Seva Mandir, que trabaja desde hace más de 40 años en el desarrollo de las zonas rurales de Udaipur.
Decidí abrir un blog donde ir contando mi aventura: http://paseandoporindia.wordpress.com/

La experiencia ha sido fantástica. Han sido seguramente los 4 meses más intensos de mi vida. La diferencia de “hacer turismo” a “vivir” en India es abismal. He aprendido tantas cosas que de otra forma no creo que hubiera podido ver, he conocido a gente muy interesante, he aprendido mucho sobre mí misma y sobre lo que es trabajar en un país tan diferente al mío.
Allí hice un poco de todo. Allí donde alguien me pedía ayuda o yo veía que podía aportar algo, me ofrecía. Hice desde reportajes fotográficos, clases de informática, clases de cocina y de inglés para jóvenes, hasta crear un sistema de evaluación para profesores. Un poco de todo. Así aprendí que, a veces, lo que menos nos imaginamos que puede servir de ayuda, puede marcar una gran diferencia. Uno de los proyectos que tuvo más éxito fue mi curso sobre “Cómo utilizar Outlook de una manera eficiente”. ¡Quién me iba a mí a decir que mis horas delante del e-mail, las invitaciones a reuniones, los famosos “recall”, etc. iban a ser de ayuda en India!
Me gustaría poder resumir todo lo que aprendí, pero es difícil escribirlo en unas pocas porque fue tanto... Aprendí muchas cosas sobre India, su cultura, sus tradiciones, su forma de trabajar, de organizarse. Aprendí sobre lo duro que es la vida en las zonas rurales más remotas, la sencillez con la que viven pero también la ilusión con la que reciben cualquier visita.
Una de las lecciones que aprendí, y que compartiría con personas que quizás estén pensando en emprender una aventura similar, es sobre las diferentes motivaciones que nos llevan a estar allí. A veces olvidamos que hemos ido a allí a ayudar, no a imponer nuestra forma de trabajar o de ver las cosas. Ellos tienen la suya, que a nosotros nos parece caótica, pero es la suya y les funciona. Esto lo viví en carne propia varias veces, y lo vi muchas veces reflejado en los rostros de decepción de muchos voluntarios. Algunos incluso dejaron la organización al poco de llegar porque no podían encajar en su sistema.
Sin duda recomendaría una experiencia así a quien sienta que le gustaría comprometerse y ayudar. Es una experiencia vital que puede cambiarte la vida. Pero creo que es algo que hay que pensarse muy muy bien y hacerlo sólo si sientes que estás preparado. Pensar en las dificultades que puedes encontrarte, desde las condiciones en las que seguramente tendrás que vivir, las normas y tradiciones que deberás respetar, las dificultades que te encontrarás trabajando, las frustraciones.
En mi caso, una de las cosas en las que jamás pensé, fue el idioma. Era consciente de muchas otras dificultades. Las había valorado y asumido. Pero no sé por qué nunca pensé en el idioma, que resultó ser una de las mayores frustraciones a las que tuve que enfrentarme constantemente. Asistir a reuniones y presentaciones en hindi, trabajar con personas que no hablan inglés, necesitar un traductor para visitar las aldeas, no poder conseguir información de primera mano….


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