Blanca Sandoval -12/08/2014
VOLUNTARIADO EN HILO ROJO: EXPERIENCIA INSUPERABLE

Este verano he podido dedicar mis vacaciones a realizar un voluntariado en la ciudad de Trujillo, Perú. He tenido la suerte de encontrarme con Hilo Rojo, que es una ONG recién fundada en esta ciudad, con el objetivo de dar educación a aquellos niños del distrito de la Esperanza que actualmente no acuden a la escuela. Se trata de una educación informal que tiene como objetivo final la inserción de estos niños en la escuela.
Al ser un proyecto tan nuevo, he tenido la suerte de poder formar parte de su crecimiento. Las ideas que he podido aportar, siempre han sido escuchadas, y muchas de ellas llevadas a cabo. Además, he vivido las múltiples visitas del Club de Leones (que buscan invertir para hacer más grande el proyecto), del mismo alcalde, que nos ha proporcionado una maestra para la ONG, que tanta falta nos hacía, además de incluirnos en el programa de “El vaso de leche”, para que todos nuestros niños desayunen, y otros donativos puntuales, prometiendo que estará pendiente de la asociación para ayudarla.
Nuestra “escuelita”, cada día con más niños, concienciando a más padres y luchando con la esperanza de ver progresar a todos estos muchachos. Los niños son maravillosos, se han quedado con mi corazón, los voluntarios peruanos, ponen todo su empeño en mejorar día a día el proyecto, y el resto de voluntarios españoles, con los que he tenido la suerte de coincidir y compartir la experiencia, han sido de gran apoyo, de una personalidad y corazón insuperable.
Rosemary, la presidenta, nos ha hecho sentir siempre como si estuviéramos en familia, haciéndonos sentir el proyecto nuestro, llorando y riendo juntas. Me he sentido muy dichosa de dar con una ONG que además de dejarte colaborar con su proyecto, comparten éste contigo. Siempre contestando a todas nuestras preguntas y mostrándonos que una utopía puede hacerse realidad. Con gran esfuerzo y trabajo, la presidenta, que era la primera en agacharse y mancharse las manos, me enseñó que no existe cansancio cuando la recompensa es la risa y el cariño de todos estos niños.
He vivido una explosión de sentimientos, que han hecho de mí otra persona, he vuelto LLENA, y pienso volver.