Viaje a los campamentos de refugiados de Tindouf
- Autor/a
- Ana Rojas Martín
Es una experiencia de
Ana Rojas Martín
Ayer llegué del viaje al Sáhara y, después de ir adaptándome poco a poco al regreso (han sido los 5 días más intensos que recuerdo), me gustaría plasmar lo que he vivido y visibilizar la desastrosa situación en la que vive actualmente (y desde hace más de 30 años) el pueblo saharaui, como homenaje a esta fantástica gente que he conocido y que día a día lucha por sobrevivir en el desierto, exiliados fuera de su tierra, rica en un montón de recursos que explota y expolia actualmente Marruecos, junto con (como no) un puñadete de empresas españolas y extranjeras.
Historia reciente del Sáhara:
Como sabéis, el Sáhara fue colonia española hasta 1975, año en que se firman los acuerdos tripartitos de Madrid entre España, Marruecos y Mauritania. En estos acuerdos, se reparte el territorio entre estos 2 últimos países (Marruecos y Mauritania). Según el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, el Sahara Occidental no tiene lazos de soberanía ni con Marruecos ni con Mauritania, por lo tanto, debe aplicarse el derecho a la autodeterminación. Haciendo caso omiso y ante la complicidad y la pasividad de la comunidad internacional, Marruecos y Mauritania comienzan la invasión y la ocupación del territorio (bombardeos incluidos), provocando la huida desesperada de la población hacia los campos de Tindouf (cedidos por Argelia para el asentamiento de la población). Un año después, el Frente Polisario (ejército de liberación del Sahara) declara la guerra a Marruecos y Mauritania (este último se retiraría del territorio tiempo después) y se declara la RADS (República Árabe Democrática Saharaui). El Frente Polisario llegó a hacerse con una parte del territorio, pero, a día de hoy, no sólo no se ha cumplido el derecho a la autodeterrminación, sino que
el pueblo saharaui está sufriendo el exilio en la mitad del desierto (en los campos de refugiados de la hammada argelina) y la dura represión marroquí en los territorios ocupados. En 1980 comenzó la construcción del
muro de la vergüenza (sí, lamentablemente en este territorio también existe uno, aunque sea invisible para el resto del mundo) que actualmente tiene una longitud de
2500 km (60 veces más largo que el muro de Berlín). Este muro (en realidad son varios muros, de arena, piedra, alambrada, etc) está repleto de soldados marroquís y de minas, que se cobran gran cantidad de víctimas directas e indirectas. Supone la división del pueblo y representa la ocupación del territorio por parte de Marruecos. El Sáhara Occidental es una zona rica en recursos (fundamentalmente pesca y fosfatos, aunque ahora han descubierto pozos de petróleo).Y ahí está el quiz de la cuestión:
no creamos que es sólo desierto.
¿Y la población?:
- Por un lado está la población de los campos de refugiados de Tindouf (Argelia), aunque en territorio liberado viven algunas tribus nómadas. Hay 5 campamentos (que llevan el nombre de las principales ciudades ocupadas).
Yo estuve en el campamento 27 de febrero, alojada (junto con otras 8 personas) con una familia saharaui estupenda. El campamento está en mitad del desierto y no cuenta prácticamente con recursos. Dependen casi exclusivamente de la ayuda humanitaria (que como todos sabéis se reduce cada año). No tienen saneamiento ni infraestructuras (hay letrinas en el suelo, el agua es escasa, hay poco suministro eléctrico, cuentan con un dispensario donde se lleva a cabo una primera atención médica básica, etc). Están en medio de la nada, olvidados por el mundo, invisibles para la comunidad internacional (no olvidemos que está reconocido su derecho a la autodeterminación).
No hay futuro en esta zona y los jóvenes están frustrados y desesperados.
- Por otro lado, está la población saharaui que vive en territorio ocupado e invadido por Marruecos.
Y ahí se vive la verdadera lucha, sufren una represión brutal (secuestros, discriminación, tortura, desapariciones.... y un largo historial de violación de los derechos humanos).
Todo un pueblo dividido, familias separadas, robo y expolio de recursos, violación de derechos humanos, expectativas de vida truncadas, graves consecuencias derivadas de las minas antipersonas....y creo que no hace falta explicar nada más.
¿Qué pasó en el viaje?
Estuvimos conociendo las instalaciones y asistimos a varias conferencias y encuentros con diferentes colectivos. El día grande fue el viernes 10 de abril, día en que nos manifestamos frente al muro de la vergüenza, día en que
se palpaba la emoción, la rabia, la desesperación y la impotencia del pueblo frente a esa construcción que les separa de su familia, de su tierra y, al fin y al cabo, de su futuro. Varias personas se acercaron a la alambrada y arrancaron una parte. El suelo estaba sembrado de minas y una de ellas estalló, arrancándole la pierna a un chaval saharaui de 19 años y causando heridas a otros cuantos. El gobierno marroquí, manipulando la información, emitió un comunicado en el que afirmaba que se habían hecho disparos y respondido con violencia por parte de los asistentes a la manifestación por el pueblo saharaui, violando los acuerdos de paz firmados entre Marruecos y el Frente Polisario.
Mentiras, mentiras y más mentiras para seguir justificando lo injustificable.
¿Y qué podemos hacer?
Como personas y ciudadanos libres y comprometidos con la igualdad y el derecho de los pueblos, debemos
denunciar esta situación, debemos
unirnos y exigir al gobierno español que tenga un postura clara ante el conflicto (que es en gran parte responsable y culpable de a situación) y que la comunidad internacional cumpla de una puta vez con las resoluciones y exija la retirada inmediata de Marruecos. Al fin y al cabo
nosotros votamos a los gobernantes, y esto jamás lo podemos olvidar. También podemos llevar a cabo otras acciones individuales (soy de la opinión que
pequeñas acciones individuales dan lugar a grandes acciones colectivas): boikot a las empresas que faenan en las costas saharauis, explotando los recursos junto con la complicidad del gobierno marroquí (de momento os puedo decir que son Calvo y Rianxeira), asistencia a las concentraciones y manifestaciones de apoyo al pueblo saharaui y, sobre todo, conocer y denunciar la situación que viven (que, una vez más, se encuentra en el continente olvidado, junto con tantos otros conflictos olvidados).
Si alguien quiere más información, puede consultar la web:
saharalibre
Y hay mucha más información en la red y muchas asociaciones de apoyo al pueblo saharaui.
Por mi parte deciros que ha sido
una experiencia dura, inolvidable y gratificante a la vez, en la que he aprendido muchas cosas acerca del pueblo saharaui, tan hospitalario y luchador, y que me llevo muy buenos recuerdos de las personas que he conocido y que continúan la pelea diaria por la supervivencia y por sus derechos. Que espero que las cosas cambien y poder volver pronto con Nasrat, Waya, Brahim, Kbiri, Mansur, Fili, y todas esas
personas que me han dado otra visión del mundo y de las que he aprendido tantas, tantas cosas....Que la gente tiene ideas, tiene fuerza y tiene ganas, y que por eso no han de quedar en el olvido. Que hasta la victoria siempre y que la lucha continúa desde España, desde los campos de Tindouf, y desde las tierras ocupadas. ???Sahara Libre!!!
Saludos
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