La conciliación, factor clave en el voluntariado corporativo

19/07/2011

Esta es una de las conclusiones que se extraen del estudio elaborado por el Club de Excelencia en Sostenibilidad, junto a otros elementos claves en el funcionamiento de este tipo de programas

Hace unos días, dedicamos la última entrada de este blog al manual elaborado por Forética. Esta semana, abordamos El estudio sobre el estado del voluntariado corporativo en España 2010 elaborado por el Club de Excelencia en Sostenibilidad. Esta obra combina los datos cuantitativos extraídos de una encuesta realizada entre empresas con recomendaciones y buenas prácticas de diferentes empresas que ya vienen trabajando en la materia.

Podríamos decir que es una lectura obligada para quienes trabajamos en este ámbito, no solo por su contenido, sino porque también incorpora datos positivos que hablan de la buena salud del voluntariado empresarial en España:

• El 22% de las empresas que respondieron la encuesta y ya están realizando voluntariado tiene menos de 1.000 empleados. Este dato muestra que el voluntariado corporativo no es un proyecto exclusivo de las grandes corporaciones, sino que se va abriendo paso en el tejido empresarial. Obviamente, no es una práctica generalizada, pero sí se está expandiendo entre empresas de todos los tamaños, aunque aún queda un gran recorrido para las PYMES.


•  El 18% de los programas de voluntariado lleva menos de un año en funcionamiento. Por lo tanto, estas empresas tomaron su decisión de iniciar acciones de voluntariado en un contexto económico difícil y marcado por la actual crisis.


• En algunos de los ejemplos recogidos, se destaca que en los programas de voluntariado corporativo empiezan a participar nuevos grupos de interés, más allá de los habituales: empresa, plantilla y ONG. En las actividades de ISS Facility Services hay un papel relevante de los sindicatos, en las de Cajamar también participa la Asociación de empleados jubilados o prejubilados, CEMEX se acerca a la comunidad escolar… La inclusión en este tipo de programas de entidades públicas, proveedores u otras empresas puede generar un impacto mayor.

Lo importante es cuántos empleados participan

Hay una frase en el estudio que compartimos íntegramente, cuando se dice que “lo relevante no es cuántos empleados se inscriben sino cuántos participan realmente y de forma recurrente”. Somos conscientes de la dificultad del reto, pero estamos convencidos de que es la mejor manera de asegurar que la RSC pase de los informes a la cultura de cada empresa, e impregne los comportamientos cotidianos de la plantilla.

En el acto de presentación de este estudio, Ángeles Alcázar, responsable de voluntariado corporativo en Iberdrola, destacó el gran potencial no desarrollado del VC. Si existe esa sensación de que en el voluntariado hay beneficios sin explotar y de que se debe mejorar el nivel de participación, creemos que hay tres claves:

• Facilidades por parte de la empresa para conciliar actividades de voluntariado con la vida laboral y personal: la dificultad en la conciliación es el principal freno según el estudio.


• Actividades innovadoras: en un contexto cambiante como el actual, el voluntariado corporativo también debe evolucionar y mejorarse.


• Concretar los programas: que la ONG y la empresa trabajen juntas tanto en la definición del programa como en su ejecución y evaluación.

Nadie dijo que fuera fácil, pero es posible y necesario.