21/10/2011
En este momento las redes sociales han cambiado la forma de relacionarnos, ¿cómo están impulsando o impulsarán el voluntariado corporativo?
Tomando como base una serie de post de Volunteer Match sobre este tema, acercamos este reto a las empresas españolas. Intentaremos facilitar consejos, ejemplos y animar a las empresas a dar el paso.
Partimos de que las redes sociales y el voluntariado se integran perfectamente, porque los dos son inherentemente sociales. El voluntariado es interacción social, relacionarse, compartir, no es solo hacer: justo lo mismo que las redes sociales.
Un primer paso sería que las empresas permitiesen el acceso de sus plantillas a las redes sociales en sus puestos de trabajo. Puede que algunos equipos directivos les parezca una locura, pero igual este estudio del Instituto TNO, que revela que las personas que usan las redes sociales en el trabajo estimulan la creatividad y la innovación, les hace cambiar de idea.
Además, las redes sociales no son solo una expresión de moda, es una parte importante de su vida, y de su forma de conversar y relacionarse, para muchas personas. El 62% de los adultos usan las redes sociales para hablar sobre su vida profesional. Para un programa de voluntariado puede ser la mayor oportunidad de construir participación y compromiso con la plantilla.
Junto a esta posibilidad de fomentar la participación, no podemos olvidar que la principal fortaleza de las redes sociales es su capacidad de contar historias. Las redes permiten una comunicación auténtica entre los empleados y construir una relación más fuerte entre las plantillas y las empresas.
Y un dato interesante del Pew Research Center, las personas que participan en redes sociales y grupos online son más comprometidos con los grupos offline, en especial, en actividades de voluntariado.
Formar a la plantilla
El siguiente paso sería formar a la plantilla, tanto en el uso de las redes sociales (si no tiene conocimientos previos), como en la forma correcta de comunicar su mensaje y el corporativo. Junto a la formación, se debe elaborar una política del uso de estas redes, que no debe consistir en una lista de cosas que no se pueden hacer, sino explicarles y dotarles de los recursos existentes. Algunos ejemplos: Cruz Roja, Coca Cola o HP.
Pensando en nuestro programa de voluntariado, las redes sociales pueden ser una vía de convertir a voluntarios en embajadores del programa. Con orientación, entrenamiento y oportunidad de expresar su voz, los empleados estarán más comprometidos y serán aún más protagonistas del programa de voluntariado. ¿Nos llevará mucho tiempo? Cinco reglas para que su uso y seguimiento no lleven más de 10 minutos al día.
En el siguiente post ofreceremos unos consejos y recomendaciones prácticas del uso de redes sociales para voluntariado corporativo.
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