Te ofrecemos la posibilidad de protagonizar una experiencia única, sumergiéndote de lleno en la peculiar cultura cubana, mezcla de la esencia aborigen de la isla, España y África.

De la mano de tu familia de acogida, te adentrarás en una comunidad campesina que vive en el corazón del Parque Nacional de Viñales.

Nuestro objetivo: que te lleves a casa una visión completa de la vida en la Cuba campesina actual y observes los posibles beneficios del socialismo sobre sociedades consumistas como la nuestra.

La zona donde se realiza esta convivencia, fue declarada “Paisaje Cultural de la Humanidad” por la Unesco. Está ubicada a 178 km al este de La Habana. La región presenta una alta diversidad y endemismo de su flora y fauna, así como extensos sistemas cavernarios mundialmente conocidos. Un enclave único donde la complicidad entre la naturaleza y el silencio hará que te sientas dueño de una belleza natural majestuosa que se halla por todas partes. Cerca de Viñales podrás encontrar una de las mejores playas de Cuba y del mundo, Cayo Jutias. Un paraíso donde hacer una escapada desde Viñales.

Tu misión aquí, será el de apoyar a estas familias en sus quehaceres diarios y observar su modo de vida. Por supuesto el trabajo es voluntario, tú decides el grado de implicación. Una convivencia “diseñada” para todos aquellos que quieren descubrir y convivir de cerca la diversidad cultural, no como espectador sino como uno más desde dentro. Diseñada para aquellas personas que quieren dejarse llevar por un ritmo de vida tranquilo pero constante. Personas que huyen del estrés y el ruido. Personas que aman la autenticidad y el folclore de los pueblos.

Esta es una actividad que puedes hacer en familia. Familias que quieran que sus hijos o seres queridos conozcan otras realidades y de esa manera amplíen su visión global acerca del mundo, de los problemas que nos rodean y de lo que realmente es importante en nuestras vidas. Aconsejamos que la edad mínima sea de 14 años (siempre acompañados de padres o tutores legales).

#verano2018

Una convivencia “diseñada” para todos aquellos que quieren descubrir y convivir de cerca la diversidad cultural, no como espectador sino como uno más desde dentro. Diseñada para aquellas personas que quieren dejarse llevar por un ritmo de vida tranquilo pero constante. Personas que huyen del estrés y el ruido. Personas que aman la autenticidad y el folclore de los pueblos.